Del amor y otros demonios.

Del amor y otros demonios... Cualquier cosa pensé, menos que mi primer libro reseñado en el blog sería un libro de Gabriel García Márquez, pero aquí estamos. Básicamente, es un autor que me confunde bastante, ya que me hace quererlo en un libro y detestarlo al siguiente, lo siento, soy colombiana pero no es mi autor favorito, sin embargo, este era un libro al que le tenía muchas ganas, más por curiosidad que por cualquier otra cosa y me ha dejado con sentimientos encontrados.


Es un libro que nos habla muy en el lenguaje de Gabriel, un poco complejo, un poco detallado, un poco confuso, lo cual o puede atraerte por completo, o simplemente no dejarte pasar de la primera página.
Nos cuenta muchas historias en el transcurso del mismo.

Nos habla de Sierva María y de como es rechazada por su madre desde el momento de su nacimiento y como su padre se da cuenta demasiado tarde de lo afortunado que es de que ella exista, más no de tenerla, porque no podría decirse que así es. Una niña que muere de amor, de tristeza, de incomprensión, de fatiga, de soledad.
Nos habla de una historia de amor difícil de comprender para algunos -en la "modernidad" que habitamos hoy en día-. En todo momento, podría decirse, pone a prueba nuestro concepto de moralidad y de lo que según nuestra percepción es aceptable.
También de las creencias religiosas que se imponían en épocas pasadas, y que tristemente, aún se ven en algunos lugares.

Es una historia que nos lleva a compadecernos de la protagonista, en muchos sentidos, que nos hace valorar estar en otro momento de la historia, y que nos hace querer decirle a los demás personajes del libro que todo lo están haciendo mal, y que no son justos.

No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.

Es este un libro que se centra en los "demonios" que rondan la vida de la protagonista, pero que nos ilustra un amor que da esperanza, un amor que cura, que probablemente pocos entenderían, y que nos impone un gran esfuerzo en cuanto a abrir la mente -lo cual, a mí no me costó tanto-, pero que sobre todo nos deja un horrible sin sabor al llegar al final, que aunque se espera y se conoce, desde algún momento no quiere descubrirse, e incluso quisiera cambiarse.

La portada llamó mi atención desde el primer momento, y, no me juzguen, me ayudó a decidirme sobre si era el momento de leerlo, y realmente no me arrepiento. Las ediciones de Penguin Random House nunca me defraudan, y me han llevado a leer varios de mis libros favoritos.

Se lee pronto, en la medida en que no se deje uno abrumar por el vocabulario que utiliza el autor, el cual ya es familiar para el que ha leído, por ejemplo, Cien años de Soledad.

Es un libro agradable de leer, cuando no ha sido impuesto por nadie, así que léanlo cuando lo consideren oportuno, pero no dejen de hacerlo.